Últimam
ente y consecuentemente con mi intención de evolucionar de manera positiva he tomado decisiones radicales para fortalecer mi calidad de vida espiritual, dando mayor tiempo a mi familia, volviendo a mis raíces, estableciendo prioridades menos ambiciosas, poniendo una pausa, etc., todo esto motivado quizás por la inesperada llegada de mi hija la cual actualmente cursa su octavo mes de gestación, esto a acaparado mi atención y ha desarrollado una tremenda ansiedad en mi, provocándome muy a menudo una sensación de desconocimiento y desorientación.
Que tiene que ver lo uno con lo otro?, ciudad, casa, trabajo, entorno, auto, son demasiados cambios para asimilar tan rápido?, estoy cambiando mis preferencias, me motivan otras cosas, me siento indiferente ante estímulos que hasta hace no mucho eran parte cotidiana de mi vida, pero mis intereses fundamentales los siento fortalecidos, familia, hogar, futuro, son mi horizonte, pero el dilema que debo resolver es como interpretar la indiferencia que me invade en esta etapa, presumo que es pasajera y no es otra cosa que una pausa para tiempos mejores, mientras me adapto y encuentro mi nueva comunidad.